En Ariwake trabajamos con el sueño (¿o utopía?) de crear una red colaborativa de aprendizaje.
Espacios presenciales y virtuales que permitan compartir y conectar en base al aprendizaje y el crecimiento colectivo. Veíamos un enorme potencial en llevar a lo digital tanto trabajo y aportación de personas que actúan en lo local con mucho cariño y pasión.
Tras muchas vueltas y reflexiones, configuramos 5 áreas de desarrollo para una vida plena: bienestar, acompañar, empoderar, expresar y habitar.
Como es difícil crear algo de cero, guiadas por nuestra intuición y la necesidad de hacer, nos pusimos a crear entrevistas presenciales, con un ambiente de confianza y conexión, a personas que aportan su saber al crecimiento personal y colectivo.
Esas entrevistas e indagaciones daban lugar a nuevas e interesantes conexiones. De esta forma, estamos creando esa red colaborativa de aprendizaje, desde lo presencial para contar historias en lo digital, conectando unas personas con otras mediante Ariwake.
Habíamos publicado una serie de 20 «despertares» hasta que vino la parálisis del covid y nos quedamos en casa reflexionando ante la imposibilidad de canalizar ese tipo de trabajo en formato online. ¿Cómo transmitir todo ese calor y sensibilidad mediante videoconferencia?
Nuestra energía se centró en mejorar esta web ariwake.com y crear una plataforma online para albergar una escuela online para incorporar materiales y formaciones.
La hemos llamado cocrecer, porque creemos en que el aprendizaje más relevante y transformador se produce de forma colaborativa.
Cuando estábamos empezando con las fases de vuelta a la libertad, se analizaban las consecuencias y problemáticas sufridas, surgieron con fuerza en diferentes ámbitos las reflexiones y debates de otras formas de vivir. De recuperar y potenciar la comunidad, de revisar nuestros espacios habitables…
Y esto nos conectó con el área HABITAR de forma más consciente, que forma parte de Ariwake.
Veíamos que conocíamos a muchas personas, con propuestas reales, alternativas emergentes, y que podíamos ofrecer soluciones colaborativas para sembrar otro tipo de dinámicas en el habitar.
Teníamos la oportunidad de ofrecer a la sociedad claves para un cambio de paradigma en la forma de vivir.
La idea nos atrapó tanto que en un par de días teníamos un documento de propuesta completa. Podríamos entonces compartirla con personas cercanas en el ecosistema de la vivienda colaborativa, cohousing, cooperativas de cesión de uso y vida en comunidad.
Había nacido Cohabitar.info, el primer Congreso Virtual de Vivienda Colaborativa.
Desde entonces, organizar el Congreso Cohabitar ha sido todo un reto para un equipo de dos personas, Miren Hernández y Rubén Méndez, que tenemos muchas ganas de aportar al mundo.
Llamamos a personas que proponíamos como ponentes y nos dijeron que sí. Hablamos con las personas que nos podrían ayudar en la gestión y también nos dieron su apoyo. La idea pasaba a la fase de visualización.
Fue todo tan fácil, que era una locura no seguir adelante con algo que iba tomando forma y consolidarse a cada paso que dábamos.
Tras concretar todo el programa, pasamos dos semanas haciendo grabaciones para completar el sueño de reunir el mayor conocimiento y experiencias en vivienda colaborativa.
Las disfrutamos muchísimo.
En cada sesión conocíamos más a la persona. Y tras cada presentación, planteábamos preguntas para ofrecer más claves de aprendizaje y profundidad en cada tema.
Mientras tanto incorporábamos el contenido en la web que Ainara Cámara, de la Semilla Diseño, nos había preparado con tanto cariño.
Por otro lado, Oscar y Verónica Herrero hacían los trabajos de comunicación y difusión del evento, además de ayudarnos con la atención a usuarios por email. Cristina Bernabeu nos ayudaba a llegar más lejos con el mensaje en redes. Rosario Vidal ha apoyado para resolver esas cuestiones técnicas, tan críticas como difíciles.
En pleno congreso íbamos contra reloj con la preparación y publicación de tantos contenidos. Hubo que doblegar esfuerzos y dar el máximo en cada día. Los numerosos comentarios de satisfacción y agradecimiento nos ayudaron a seguir con energía y pasión.
Cada encuentro con los ponentes en las grabaciones era una sesión de ilusión y reconocimiento mutuo a una aportación que de esta forma colaborativa multiplica sus efectos.
Había tanto valor en cada ponencia y en las respuestas posteriores que queríamos compartirlo de forma íntegra, pero tuvimos que sacrificar algunas partes para poder cumplir con todas las presentaciones.
Y preparamos también sesiones en directo por Facebook de Ariwake para compartir las experiencias de varios proyectos y abrir la participación. Compartiendo la información en redes sociales como instagram y twitter, y subiendo los vídeos de directos al .
Empezamos a observar que el trabajo estaba siendo recompensado.
Contando con más de 35 ponentes y 50 horas de contenidos, se incrementaban las inscripciones y cada día más personas valoraban el esfuerzo para ayudarnos a costear este congreso.
Esa parte económica también es importante para completar estos proyectos y hacerlos posibles.
Hemos tenido numerosos problemas en el camino, uno detrás de otro, cada día diferentes, pero los hemos ido solventando como hemos podido. Con la inestimable ayuda de un gran equipo colaborativo.
Hemos recibido mucha comprensión y paciencia con los problemas que han surgido. Nos sentimos también muy agradecidas por esta confianza.
Son muchos los mensajes de felicitación y agradecimiento, y nos ha llenado de energía.
Por todo esto, este equipo debe dar más de 3.500 gracias a todas las personas que en este viaje nos habéis acompañado de alguna manera.
Si no hubiera sido por cada una de vosotras, no hubiéramos salido de la casilla de salida.
Todo esto nos anima a seguir ideando, proponiendo y enredando para preparar nuevas aventuras colaborativas.
La misión de Ariwake se refuerza con este Congreso, que pone recursos en movimiento para que este proyecto siga dando pasos hacia el sueño de crear una red colaborativa de aprendizaje.
Para que la utopía siga avanzando delante de nosotras.
Porque otra forma de habitar es posible.
Y porque también otra forma de cocrecer es posible.
Juntas en comunidad llegamos más lejos.
GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS!!!!
Equipo de Ariwake y numerosas colaboraciones